Mañana, viejo. MAÑANA. Ni siquiera mañana puedo decir, ya. En una horas voy a estar yendo a verte, y no se si es que caigo recién ahora, o es que sinceramente tengo ganas de sacar para afuera esto.
Estoy lista, quiero ir a verte. 3 años me tomé para pensarlo, ya fue suficiente. Casi 4. ¿Ya era hora, no? No se cual va a ser mi reacción cuando este en frente de ese marmol que dice tu nombre, no se. Lo que si se es que tengo unos nervios, mesclados con una ansiedad que no se describen con nada. Es como que anduve media perdida con todos esta semana, pesando en mañana. Tengo esa duda de no saber que voy a hacer cuando este AHÍ. Me conozco y se que puedo pararme en la puerta del Cementerio y correr todo ruta 2, hasta mi casa, o como también soy capaz de sentarme en frente tuyo, y hablar como si estuvieras acá de verdad... No sé... Vamos a ver que nos depara el destino; yo creo fervientemente que estoy lista. No siento una necesidad, pero si tengo ganas, cosa que antes no pasaba. Algo tiene que haber ocurrido para que me pase esto. Crecí, cambie, me raye... que se yo. A veces, ni yo me entiendo. Pero de todos modos se que ir a verte me va a hacer MUY bien. Por que fuera de mi humor negro de siempre, ¿Qué tan mal me puede hacer ir a tomar mates con Ángel Ruffo y René Favaloro? Jaja.
Te amo viejo, y nos vemos mañana, ¿Dale? Te veo a la derecha del pasillo del Dr. René, en frente a un arbol gigante, ¿Si? Voy a ser la de la remera de Chuck Bass, y las uñas de todos colores. Un poco más alta, con las tetas crecidas, y el pelo un toqué mas corto,... pero sigo siendo la misma pelotuda que hace 4 años se fue a Mar del Plata con vos. No se vos, pero yo estoy ansiosa por verte. Repito; te amo, y deséame suerte yendote a ver. ¿Dale?
Hasta mañana Ángel.
Atte;
Bárbara.
