domingo, 24 de julio de 2011



Sucede que a veces la vida mata y EL INVIERNO saca su revólver, te ENCAÑONA en las costillas. Te aterran los álbumes de fotos y el espejo, huele a pino el coche y el mar a gasolina. Pero sucede también, que sin saber CÓMO, ni CUÁNDO, algo te eriza la piel, y te RESCATA del naufragio
(¡Y SIEMPRE ES VIERNES!); siesta de verano, tormentas que apagan el televisor